Los padrinos en la graduación

Al igual que ocurre para la boda o el bautismo, los padrinos son personas muy importantes en la vida de una persona que se está por graduar. En algunos países o instituciones, es frecuente que entre todos elijan un padrino para la promoción y en otros, que cada estudiante pueda optar por el más indicado.

¿Por qué hay padrinos en la graduación?

Por el mismo motivo que hay en otras fiestas importantes de la vida: porque son personas que representan, de alguna manera, la felicidad de ese momento. También pueden ser considerados los testigos de un acontecimiento de gran magnitud, como es graduarse.

En el caso de que los alumnos deban elegir a un sólo padrino para que los “represente” durante el acto de graduación, puede ser una decisión un tanto complicada porque no todos piensan de la misma manera. Así como fue difícil escoger cada aspecto de su último año en la Universidad o el Instituto (lugar de la fiesta, insignia, bandera, viaje de egresados, etc), también lo será contar con un sólo padrino. Tal vez puedan optar por dos (un hombre y una mujer) para que la mayoría se sienta identificado.

En la mayoría de los casos es el profesor o la profesora con el que se han sentido más a gusto durante la carrera, que por alguna razón los haya “marcado” por sus enseñanzas, su espíritu emprendedor, la manera de dictar las clases, las experiencias compartidas, la afinidad con los alumnos, etc.

Tal vez sea más sencillo de lo que parezca si se ponen a pensar en conjunto cuál es el maestro que más se adapta a las características del grupo. Otra opción es hacer un sorteo entre los “finalistas” o también que cada alumno anote su preferido en un papel y gane el que más votos haya recibido. No revestirá grandes problemas porque casi siempre esa persona se destaca por sobre el resto de los profesores.

Si, por el contrario, la Universidad o Instituto permite que los estudiantes puedan elegir cada uno a un padrino de graduación, es una decisión personal y requiere de pensar con detenimiento. Si ese es tu caso, puedes optar por estar apadrinado por un profesor que te haya servido de inspiración o bien por un familiar. No es preciso que le digas las razones de la elección a nadie, sólo tú debes saberlo y eso basta. Tampoco es necesario que sea un profesor de esa institución o del último año ni que optes por tus padres o tus padrinos de bautismo. Es una decisión propia y de cada uno, sin que nadie intervenga.

¿Cómo pedir a alguien que sea mi padrino de graduación?

También en este punto hay diferentes maneras. Si se trata de un familiar cercano, no habrá mucho problema en pedirle llamándole por teléfono o cuando lo veas personalmente. Si es un profesor de la misma Universidad, lo buscas en su aula y le preguntas si haría el favor de cumplir ese sueño o deseo de tu parte.

En algunos colegios, se suele escribir una carta para pedir al maestro que sea padrino de la graduación, firmado por todos los alumnos de esa promoción. Algo más formal pero a la vez tradicional y bonito.

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