Supongamos que te esforzaste todo el año para conservar tu calificación, que hiciste hasta lo imposible para ser un ejemplo de conducta para tus compañeros, que diste tu mejor esfuerzo para llevar una buena relación con los profesores y todo para que el dÃa de tu graduación seas el hombre, el frontman, el rockstar, el sujeto que pronuncia el discurso. Sin embargo en ese momento, en el que estás pronunciando un discurso todo puede venirse abajo si cometes un error. Pensando en esto hoy te decimos qué hacer para que un error no arruine tu discurso de graduación.
No dejes que el tiempo vaya en tu contra
Seguramente eres de los que ha escuchado hasta la saciedad que siempre es mejor preparar las cosas con tiempo; pues nosotros también te lo recomendamos, es decir no solo cómo lugar común, sino porque en el caso de los discursos lo mejor es prepararlo con tiempo, al menos, claro que ya tengas largo camino recorrido, de lo contrario difÃcilmente podrás escribir o preparar un buen discurso con unas cuantas horas o minutos de anticipación.
Aprende a respirar
¿Sabes que el 90% de los seres humanos no sabemos respirar correctamente? Respirar no solo significa llevar aire a tus pulmones, respirar correctamente te ayuda no solo a vivir, como es obvio, sino además te ayuda a mantener el correcto funcionamiento de tus neuronas y sobre todo oxigena todo tu cuerpo, lo que te ayudará a rendir mejor al momento de pronunciar tu discurso y sobre todo a no caer en el pánico si olvidas una lÃnea. Lo que nos lleva al siguiente punto:
Si olvidas no improvises
Si no sabes cómo improvisar frente a una situación extrema lo más recomendable es que no lo intentes el dÃa que pronuncies tu discurso; ya que la improvisación es un arte y cómo todo arte requiere práctica para dominarlo. De lo contrario podrÃas tener resultados indeseables. Además ten en mente una sola cosa: El único que sabe lo que dice tu discurso eres tú.
Sé fiel a ti mismo
Si eres una persona muy introvertida no trates de llamar la atención con gritos o chistes que no podrÃan provocar ni la risa de una hiena y viceversa, si estás acostumbrado a ser el centro de atención no trates de llegar con un bajo perfil porque todos van a terminar acurrucados durmiendo en su silla favorita. Lo más recomendable es que siempre seas fiel a ti mismo. Deja que tu personalidad avasalle, que tu luz ilumine el escenario y nada más.