Una de las tradiciones más extendidas en cuanto a la celebración de una graduación, junto al discurso de agradecimiento, la foto panorámica y la cena con padres y amigos, es el momento de arrojar el birrete.
El momento más emocionante de una graduación
Se trata de uno de los momentos más entrañables de una ceremonia de graduación, y que más hemos visto retratado en películas, series y novelas que involucran alguna graduación: ese instante en que la ceremonia se relaja y la felicidad invade a todos los participantes, y como una muestra de su alegría, todos se quitan el birrete y lo arrojan al aire. La imagen que tenemos de este instante es de puntos que llenan el aire como una parvada de pájaros, y podemos decir que se trata del más cercano sinónimo que tenemos de la felicidad.
Pero: ¿Qué significa exactamente este gesto de arrojar el birrete?
Esta tradición es más joven de lo que se cree. Data de principios del siglo pasado, y nos llega desde la marina de los Estados Unidos… La primera vez que alguien arroja un birrete al aire no fue un birrete, de hecho, sino su equivalente marino: la gorra.
Un siglo de tirar el birrete
La clase de la Escuela Natal norteamericana graduada en 1912 fue la primera que recibió, en la historia de la Academia, un distintivo como aprendices de hombres de mar: la gorra naval de los guardiamarinas. Tuvieron que llevarla puesta a sol y a sombra durante cuatros años.
Cada uno de ellos portaba la suya cuando el orador elegido para darle el discurso de graduación, el Presidente William Howard Taft, subió al estrado y dio a aquellos muchachos su mejor recomendación para el futuro.
Una vez que terminaron las palabras del Presidente, y ya convertidos en oficiales de la marina norteamericana, uno de aquellos muchachos, cuyo nombre se ha perdido en el tiempo, realizó un pequeño acto de rebeldía como muestra de su alivio: se quitó la gorra y la arrojó al aire.
Antes que cualquiera de los veteranos que custodiaba la ceremonia pudiera hacer algo, el resto de los graduados arrojó su gorra. Y se produjo, por primera vez, esa imagen tan cara a la idea de graduación que tenemos ahora.
Una tradición que sigue
Las siguientes generaciones de graduados navales hicieron lo mismo… y el gesto tiene eco hasta nuestros días.
Así que no te cortes: arroja tu birrete al aire cuando llegue el momento. Vas a ver que sensación de libertad y de alegría.